Ejercicio de guion para trabajar la imaginación: ¡Las preguntas!

La importancia de ejercitar la imaginación

Los guiones, las historias y cualquier historieta nacen de la imaginación. A veces las ideas aparecen en forma de escena, de situación, de personaje, de diálogo e incluso a veces de un propio género. Los ejercicios de guion son un método divertido de trabar nuestra imaginación.

Cualquier historia tiene un punto de partida y no siempre son ideas espectaculares, de esas que notas la bombillita de tu cabeza empezar a arder.

Para empezar a construir una historia no necesitas la idea más original e innovadora, solo necesitas tirar de imaginación. Hay gente que nace con un imaginario innato dentro de su cabeza, donde las ideas fluyen sin descanso. Pero, no es así de fácil para todos.

Por eso, hoy vengo a enseñarte un ejercicio de guion que ayude a poner en marcha y ejercitar el “músculo de la imaginación”.

Ejercicio de guion

“Las preguntas” como herramienta de creación

Una de las primeras lecciones en clase de guion es la importancia de las preguntas, un guionista debe estar en constante interrogatorio con su historia.

Escribir o crear una historia es el resultado de hacerse preguntas y encontrar las respuestas. Cada decisión que tomemos como guionistas acerca de la historia, nos llevará por un camino u otro.

A mi me gusta llamarlo “el efecto mariposa del guion”. Cada acción, cada decisión que tomemos, ya sea de estructura, personajes, género, puntos de giro o diálogos, llevará al guion por un camino distinto. Es nuestro trabajo saber elegir el adecuado para la historia.

Son esas respuestas y decisiones las que marcarán la diferencia. Es importante estar abierto a los cambios y saber rectificar a tiempo cuando una decisión no aporta o no encuentra su lugar en nuestro guion.

Cada decisión que tomemos debe entrelazar perfectamente con la siguiente como si de una pieza de puzle se tratara. ¡Y no es fácil! Para ello hay que tirar de imaginación, exprimiendo al máximo las posibilidades de nuestra historia hasta que demos con la fórmula perfecta.

Es más fácil dicho, que hecho…

Ejercicio de guion: Donde nacen las historias

Después de todo ese rollo técnico, vamos a poner a prueba nuestra imaginación y descubrir cómo las historias pueden salir de cualquier idea, por simple y mundana que parezca.

Los grandes éxitos del cine y la televisión muchas veces nacieron de ideas pequeñas, de pequeños fragmentos de imaginación que poco a poco se fueron desarrollando hasta convertirse en las grandes producciones que conocemos hoy en día.

Ejercicio de guion

De cualquier parte puede nacer una historia, solo hay que aprender a hacer las preguntas adecuadas. El ejercicio de guion es el siguiente:

  • Coge un lápiz y un papel – o si eso es muy de la vieja escuela, tu móvil – y haz una “lista de pensamientos”.

La “lista de pensamientos” consiste en escribir, en muy pocas palabras y sin pensar demasiado, un listado de situaciones: un hombre paseando a su perro, una anciana mirando la tele, un joven comiendo pipas en el banco de su barrio, una hoja de diario volando por la calle, una luz parpadeante en un almacén, etc.

Así pueden nacer las historias, y si no me crees, sigue leyendo. Las posibilidades son infinitas, atrévete con ellas.

  • Una vez terminada la lista, escoge un pensamiento que sirva como punto de partida para la historia. Recuerda que al escribir la lista, no hay que pensar más allá de la situación, el desarrollo viene a continuación.
Ejercicio de guion
  • Cuando ya tenemos un pensamiento elegido, es hora de empezar el interrogatorio. Pero, recuerda, iremos siempre de pequeño a grande.

¿De pequeño a grande? Sí, aquí hablamos de los elementos de la historia, de la información que tenemos sobre ella. Escojamos un pensamiento como ejemplo: el joven comiendo pipas.

Quizá la primera información que te venga de este pensamiento es que la historia es una comedia, pero el género es un elemento grande, que abarca todo el conjunto de la historia. Y no es en lo que nos vamos a centrar por el momento en este ejercicio de guion.

Un elemento pequeño se centra en lo único que tenemos de la historia, en este caso, la imagen del joven comiendo pipas en la calle. Hagamos zoom a ese pensamiento y descubramos, por el momento, qué es lo que ocurre allí. Por ejemplo, con el quién: ¿Quién es este personaje?

¡Ojo! Todavía podemos hacer ese zoom más pequeño, cómo preguntarnos: ¿Qué tiempo hace? ¿Es de día o es de noche? ¿Es verano o es invierno? Cada una de estas respuestas, nos llevará por un camino distinto.

  • Razona la respuesta, es decir, no elijas por elegir.

Cada respuesta nos llevará a nuevas preguntas que, poco a poco, harán avanzar la historia, dándole forma y sentido. Si hace mal tiempo ¿por qué está el personaje sentado en ese banco comiendo pipas?

Hay que ser creativo con las respuestas. Si es un día caluroso de verano ¿por qué el personaje va vestido con una sudadera? O al revés, si es invierno ¿por qué el personaje va con una camisa de tirantes y unos pantalones cortos?

  • ¡Ten en cuenta el entorno!

Vale, ya sabemos que hay un joven comiendo pipas en la calle, sentado en un banco. Pero, ¿Qué ocurre a su alrededor? Vamos a ver distintos escenarios:

Escenario 1:

Puede que el joven viva en un barrio pequeño, donde todos se conocen. La gente que pasa por su lado lo observa de manera extraña, el joven va vestido con traje, acaba de volver de un funeral, pero con indiferencia se sienta a comer pipas en la calle. ¿Quién ha muerto? ¿Por qué esa actitud? ¿Es un escudo para esconder el dolor? ¿Puede que la persona que ha fallecido no fuese tan buena como todos pensaban? ¿Solía comer pipas en ese banco con el fallecido?

Escenario 2:

Puede que sea un día cualquiera de verano, pero ese día cualquiera es en realidad el último día del mundo. Algunos corren desesperados por la calle, otros van a ver a sus personas queridas. Pero el protagonista simplemente come pipas en el banco de su barrio. ¿Por qué está solo? ¿No tiene a nadie? ¿No le afecta que sea el último día del mundo?

Cada escenario nos presenta una historia muy diferente a partir de la misma situación, con un género y tono distinto.

  • El “¿y si?” como herramienta comodín.

Siempre que nos atasquemos y no sepamos qué más preguntar, podemos acudir al comodín del “y si”. Las preguntas que empiezan por “y si” pueden ofrecernos un punto de vista distinto de la escena que tenemos en mente:

¿Y si el personaje dice esto en vez de lo otro? ¿Y si es otoño en vez de verano? ¿Y si en vez de ser el último día del mundo es un apocalipsis zombie? ¿Y si en vez de haber fallecido un conocido, es el joven el que está muerto?

  • No olvides las preguntas clave, es decir, las 5W del inglés.

El qué, el quién, el cómo, el cuándo y el dónde. ¡Sin olvidar el porqué! Estas son preguntas obligadas a los personajes y la trama. Nos ayudarán a responder los puntos más importantes y a enderezar el camino.

Ejercicio de guion

Pensamientos finales: ¡hay que divertirse imaginando!

Este ejercicio de guion lo he utilizado bastante a lo largo de los años, muchas veces, para disfrute personal. Como creadora de historias me gusta imaginar, por lo que, este ejercicio, es un pasatiempo maravilloso para mí.

Esto no solo me ayuda a ejercitar la imaginación, manteniéndola activa en todo momento, si no que también me permite tener recursos cuándo me atasco durante el proceso de escritura.

Las preguntas son una herramienta de guion importantísima que hay que saber aprovechar. De ello también hablo en mi curso de introducción a la escritura de guiones de cine en la academia online Super Writer Academy.

Si te atreves con este ejercicio, no dudes en dejar un comentario para contarme cómo te ha ido. Y ahora, ya sabes, ¡a imaginar!

PD: Si este post acaba gustando, puede que lo convierta en una serie, los ejercicios de guion son siempre muy útiles. ¡Y hay bastantes!

¡Echa un vistazo a mis otros post sobre creación de historias en el blog!

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: